Por Alicia V. Rubio Calle.
El general, ya a escasos metros, se pone en contacto por radio con los valientes soldados que defienden la base «Libertad» del asalto enemigo.
-General: Muy bien, soldado, habéis defendido la libertad
de todos con valentía y determinación. El país estará orgulloso de
vosotros algún día.
-Soldado Juan: Gracias, mi general, creemos en la libertad y
sabíamos que defendíamos nuestros derechos y los de todos, pero nuestro
es puesto es difícil ¿Cuándo vendrán a sacarnos de aquí? Lo digo
porque la situación comienza a ser insostenible.
-General: No te preocupes, muchacho, habéis hecho lo que
cualquier hombre libre debería haber hecho por sus conciudadanos…¡¡¡
valor!!!… Pareces joven. ¿Cuántos años tienes?
-Soldado Juan: Catorce mi general, y mi compañero, quince.
Hay otros de dieciséis, de diez años… Le vemos cerca, le estamos
saludando con la mano… ¿Por qué no nos saca de aquí?
-General: Muchacho, os habéis comportado con dignidad y valor… resistid.
-Soldado Juan: Sí, mi general, estábamos dispuestos a llegar
hasta el final… fuera el que fuera, pero al verlo junto a nosotros, a
tan poca distancia… nos hemos hecho ilusiones de salir con bien de esta
batalla.
-General: De acuerdo, muchachos, estamos orgullosos de vuestra valentía y de cómo habéis defendido…
-Soldado Juan: ¿Pero, nos salvan, o no nos salvan? Le repito
que como está tan cerca que casi nos tocamos, nos habíamos hecho
ilusiones: Luis se juega repetir curso, Ramón el premio extraordinario,
María quería poder ir al bachillerato de excelencia…Alberto y Elena se
han pasado el curso en los pasillos, pero como están en 5º y son
pequeños no le importan a nadie…yo no me juego nada, pero el año que
viene será una losa en mi promoción…suspenderé y me quedaré sin mis
amigos.
-General: No os preocupéis, habéis luchado por la libertad,
habéis aprendido a ser hombres libres… estamos orgullosos de vuestra
hazaña. No os quepa duda de que os enterraremos con honor.
-Soldado Juan: Pero General, si está usted a unos metros de
mí… Sáqueme del atolladero en vez de llevarme la razón y decirme que soy
un héroe. Con usted aquí, no comprendo por qué me van a enterrar…con
honores o sin honores.
El general Wert apaga la radio y se da la vuelta reconociendo ante
las muchas cámaras, que siguen el desenlace de la ofensiva, el valor y
la razón de los que defienden su derecho a no ser educados en la moral
del estado. Aplausos a Wert.
-Soldado Enrique: ¿Qué es lo que te ha dicho?
-Soldado Juan: Pues eso, que nos enterrarán con honor.
Con cariño para los que van a repetir, bajar sus medias, renunciar a su premio de excelencia, etc.
Con todo cariño para los que han resistido la presión de ser los únicos que defendían los derechos de todos.
Con todo cariño para los que, a un mes de plazo, esperan del general
Wert el helicóptero que les saque del agujero en el que se metieron para
defender la libertad de todos.
Fuente: Profesionales por la Ética.
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