lunes, 28 de mayo de 2012

Educación aplaza dos años la prueba oral de inglés

El examen hablado de idiomas en la Prueba de Acceso a la Universidad no se realizará hasta el curso 2013-2014 por «dificultades de implantación».
  

28 Mayo 12 - Rocío Ruiz 
  
Madrid.- El examen oral de lengua extranjera en la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) estaba previsto que se realizase este año ya a los alumnos pero el Ministerio de Educación quiere que la prueba se aplace dos cursos. Concretamente pretende retrasarlo hasta el curso 2013-2014. 

De hecho, prepara un Real Decreto que regule esta posibilidad y que será presentado a los rectores de las 79 universidades españolas en la reunión que está previsto que mantengan el próximo viernes. En concreto, los cambios quedarán introducidos en el Real Decreto 1892/2008, de 14 de noviembre, por el que se regulan las condiciones para el acceso a las enseñanzas universitarias oficiales de grado y los procedimientos de admisión a las universidades públicas españolas. 
  
La prueba tiene como objetivo «valorar la comprensión oral y lectora y la expresión oral y escrita del alumno». 
  
El anterior Gobierno había previsto que antes de la implantación de esta novedad se haría un estudio para determinar las características específicas de la prueba para, en su caso, tomar las decisiones oportunas sobre su implantación. Y, efectivamente, el estudio ya se ha realizado. De él precisamente se puede concluir que existen «dificultades de implantación de la prueba oral del tercer ejercicio de lengua extranjera, tanto por el nivel de complejidad organizativa que supone, derivado de la necesaria ampliación del número de miembros de los tribunales para la prueba oral, como por la necesidad de elaborar un protocolo de actuación que permita garantizar la objetividad en la evaluación y los derechos que asisten al alumnado en referencia a dicha prueba», expone el proyecto de Real Decreto al que ha tenido acceso LA RAZÓN. 
  
Tras exponer estas dificultades a las comunidades autónomas en una de las primeras reuniones sectoriales que mantuvo el ministro de Educación nada más tomar posesión del cargo, el Ministerio ha optado por tomar medidas que «garanticen la adecuada implantación de la prueba oral». 
     
Así, Educación considera «preciso» retrasar dos cursos escolares la implantación de la mencionada prueba de manera que su puesta en marcha se pueda llevar a cabo dentro de dos cursos académicos.  Hasta entonces, tiene previsto desarrollar un proyecto piloto impulsado por el Ministerio, en colaboración con las comunidades autónomas, «que permita establecer con mayor precisión los tiempos y recursos necesarios para su implantación así como los criterios de evaluación y calificación que vayan a aplicarse», dice la normativa que proyecta el Ministerio. 
  
Educación también dejó claro que en el proceso de elaboración de este real decreto han sido consultadas las comunidades autónomas en el seno de la Conferencia Sectorial de Educación y de la Conferencia General de Política Universitaria y han emitido informe el Consejo Escolar del Estado, el Consejo de Universidades y el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. 
  
Algunos expertos en educación, como Juan Antonio Gómez Trinidad, catedrático de Filosofía, consideran acertado el aplazamiento que plantea el Ministerio y que deberá contar también con el visto bueno de los rectores antes de ser aprobado por el Consejo de Ministros. «Es bastante prudente aplazar la puesta en práctica de esta prueba puesto que, como el propio ministro ha avanzado, se quiere implantar el Bachillerato de tres años», una reforma que se abordará después del verano. Así que, «por la propia estabilidad del sistema en general, conviene paralizarlo», añade. 
  
La PAU, conocida como Selectividad,  en estos momentos es un modelo acabado que se ha ido parcheando pero que no acaba de satisfacer ni de responder a lo que se pretende. Necesitamos una prueba de evaluación externa al finalizar las etapas, incluida la del Bachillerato, con esa prueba se daría el título de Bachiller y sólo en aquellas facultades que tengan más demanda que oferta de plazas, como algunas ingenierías y Medicina, debería hacerse una prueba específica que verse sobre los contenidos concretos de esos estudios», explica Gómez Trinidad. 
  
En su opinión, «es un modelo acabado, porque la Selectividad» no selecciona como tal. Pregunta sobre temas que ya se han aprobado quince días antes en los exámenes de Bachillerato. Es absurdo. Hay que ver si es necesario una prueba externa que certifique que ese alumno ha alcanzado los objetivos de ese bachiller, y otra cosa distinta es la selectividad propiamente dicha, que solamente tendrían que pasarla facultades o escuelas que necesitasen una auténtica selección». 
  
El PP se ha planteado ya en varias ocasiones endurecer el sistema de acceso a la universidad mediante la creación de una reválida al final del bachillerato para obtener el título de bachiller, una iniciativa que supondría la supresión de la Prueba de Acceso a la Universidad. 
  
No obstante, según ha podido saber LA RAZÓN, cambiar la PAU no está ahora mismo en los planes inmediatos del Ministerio de Educación. 

El 91,5% para la prueba

El número de alumnos que se presentan a la prueba de acceso a la universidad ha aumentado en los últimos años.  Sólo el año pasado un total de 271.499 estudiantes hicieron los exámenes, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Esta cifra supone un 10,9 por ciento más con respecto al año anterior. A la convocatoria de junio se presentaron 187.431, de los que el 91,5 por ciento aprobó. En septiembre, 46.261 alumnos realizaron las pruebas que pasaron con éxito el 76 por ciento. También aumentó el número de personas mayores de 25 años que se presentaron. En total fueron 31.853 alumnos, lo que supone un incremento del 2,6 por ciento respecto a 2010. 

ASÍ ES LA PAU 

2.010 

fue el año de implantación de la nueva Prueba de Acceso a la Universidad que cuenta con una fase general y una específica voluntaria  con la que el alumno que quiera subir nota puede realizar exámenes extra.  

De 5 a 14  

puntos puede obtener ahora un estudiante que se examine de lo que se conocía como Selectividad. La fase general puntúa de cero a diez, y la específica permite elevar la puntuación hasta 14, la nota máxima. 

30% 

de las plazas de una carrera estaban reservadas a los estudiantes de Formación Profesional de grado Superior que accedían a la universidad con la nota media del ciclo.  La reforma de la selectividad elimina este cupo.

Fuente: La Razón.

 

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